 
  Cruel el dia aquel de triste botadura
  en que mi barca salia
  de la seguridad de tu bahía 
  buscando la aventura en la bravura 
  de cualquier amanecer.
   
  
Con mi pecho enjaulado
  me hice al inmenso mar 
  pero el recuerdo de tu amar
  pronto lo volvió helado.
   
  
Entre todas mis islas vague 
  con mi barco de cristal 
  intentando descubrir
  el secreto de vivir 
   
  
Pero dia a dia  descubria
  que mi barco es de papel 
  Que el peso de tu ausencia   
  corrompia mi propia esencia 
   
   
  
Quisiera ser como los marineros
  que besan y se van.
  Que tienen amor y no lo dan, 
  que cuando se enciende su fuego
  se van, y lo apagan en el mar.
   
  
O tal vez como el mar
  al que el fuego no le duele,
  y nada altera su eterno caminar.
  
Bendita su alma, de agua y de sal.
  Sufrida la mía ahogada en este mal.
   
  Amor naufragado en tu rojo coral 
  devuélvele tu suave brisa
  a mi velero de cristal.
   
  
Gaviota alegre, tu haces al mar
  por mas que no seas eterna,
  eterna como mi amar.
   
  
Tu amor se dispersó entre mis dedos
  como la arena que vive entre los medanos.
  Que en su lento fluir vuelve irreconocible
  hasta la costa mas querible.
   
  
Como tormenta de enero
  me inundó este amor verdadero
  Mis manos aun sinten a las tuyas,
  y tantean en la oscuridad tu embarcadero
  para salvar del naufragio 
  a mi amor duradero 
   
  
De las tardes en el rio
  De tu tesoro perdido.
  A mis tardes sedientas en olvido.
  Solo quedan atardeceres detrás  
  de mi alma solitaria, sin sentido 
  queda mi destino vacío,  
  y tu calor, llama sin fuego
  se apaga en este amor sin ruego.
   
  
Gran ironía es llamar vida
  a mi existencia vacía, 
  A mis dias que se alejan
  de tus playas de alegría.
  donde hoy naufraga mi agonía.